
Hay personas a las que la vida tendría que darle un pase libre para no morir tan pronto. Han dado tanto que uno reniega de lo que naturalmente tiene que llegar, con la muerte de Saramago sentí que no era justo, que todavía había muchas más palabras a las que él tenía que arrancarles la piel.
Publicado por Sara Ham-Equipo de Mujer y Liderazgo
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