martes, 6 de julio de 2010

APRENDER, CRECER Y CAMBIAR.

El reconocimiento nos abre nuevos futuros.
El lunes pasado viendo las noticias en el diario La Nación me sensibilizo un titular sobre la selección de nuestro país, su título dice:
La Gratitud más alla del dolor, y me genero mucha alegría saber que muchas personas al igual que nosotras, que interpretamos que la gratitud es una declaración y un reconocimiento.
Con ella generamos un mundo nuevo para nosotros. Después de haberlo declarado el mundo ya no es el mismo de antes.
Este fue transformado por el poder de la palabra y la acción con ella.
Como el ejemplo, que se pudo observar y ver cuando la Selección Argentina arribo a Buenos Aires, cómo los seguidores que fueron al aeropuerto de Ezeiza a esperarlos, declararon su gratitud por los momentos vividos que la selección nos regalo en días anteriores a la derrota con Alemania. Es gratificante reconocer las alegrías que nos dio el fútbol en la unión colectiva que provoco en nosotros, con respecto a nuestra identidad colectiva del ser argentino comprometido con los jugadores, y en la identidad nacional en el juego del mundial. Sin embargo el hecho de perder el juego no nos desclasifica de esa unión patriótica de ser, al contrario, sí nos comprometemos con el aprendizaje de la derrota, tanto los jugadores como nosotros los seguidores, podremos avanzar para adquirir en el liderazgo, la habilidad, destreza, y competencia necesaria para ser ganadores en el próximo mundial.
Crecer significa ocupar un nuevo espacio, transformando las amenazas en nuevas oportunidades de acción y compromiso hacia un nuevo logro.
Elegir la conversación colectiva que nos hermana en vez de la crítica despiadada de quienes no pudieron superar con habilidad y competencia el camino hacia el logro. El compromiso con el aprendizaje de la derrota nos brinda la oportunidad de apertura a un nuevo espacio de posibilidades, en la transformación de nuestra manera de ser y hacer, en este caso especifico del Fútbol. La declaración de la Gratitud y el Reconocimiento por lo vivenciado nos engrandece a todos, y nos compromete aún más, para recomenzar desde un nuevo espacio de posibilidades. La identidad y el liderazgo del ser argentino se construye entre todos, una Argentina próspera vendrá desde la gran conversación de quienes somos, de nuestras prácticas en el encuentro de un nosotros comprometido, en transformar y mejorar nuestra manera de ser y hacer en el liderazgo y su conjunto.

Publicado Ana Lepri. Equipo: Mujer y Liderazgo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario